Tras cientos de años de luchas, el movimiento feminista, que ha sido el apoyo organizado para todas las mujeres que han luchado contra su opresión, ha ido consiguiendo numerosas victorias. Desde la independencia económica, hasta el derecho a abortar.
Sin embargo, sigue existiendo violencia; violencia íntima en el hogar, así como violencia en la calle. Estamos hartas de sufrir estas violencias, pero también estamos hartas de sufrir otras más sutiles que no tienen tanta (o directamente ninguna) repercusión mediática o rechazo institucional como el acoso callejero, la violencia en los CIE o los cánones de belleza, con los que los empresarios del mundo de la cosmética, de la moda... nos imponen medidas y tallas insanas e irreales.
Las jóvenes de los institutos de Salamanca sufrimos y sufriremos la violencia machista, desgraciadamente, durante mucho tiempo. Violencia debida a que nos consideren meros cuerpos sin sentimientos ni emociones, propiedad del primero que nos vea, violencia por tener relaciones sentimentales y afectivas basadas en el control y el dominio del otro.
Ante los contínuos ataques a nuestra integridad tanto física como mental,
LA JUVENTUD EN PIE DE GUERRA CONTRA EL MACHISMO.
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